En esta entrevista Juan Manuel Salinas no se guarda nada y anuncia enigmáticamente que volverá a la TV sin que lo llamen. Dice que Miguel Ángel Rodríguez le copió a Agustín Genovese, habla de los errores de producción de Tele Show, de porqué no es adaptador de la novela en este ciclo y opina sobre las figuras. Lo que piensa de Rubén Rodríguez, Mario Ferreiro, Marcelo Acosta, Pablo Fontirroig, Kike Casanova, Juan Carlos Samaniego y Santiago González. ¿Quién de ellos es la "nada bajo cero"?
- Llegaste a la TV de la mano de Agustín Genovese, criticando la TV en Siempre Menchi. Se dice que te serruchó el piso Tiger que le gustaba más a la gente ¿Es cierto o hubo algo más? - No se que tiene que ver Tiger acá. ¿No estarás confundiendo programas? En Siempre Menchi no estaba Tiger. Al menos cuando yo estuve. En aquel programa tuve dos funciones al principio. Era el guionista del programa y formaba parte de un panel junto a Karina Doldán y Lita Pérez Cáceres. Cada uno tenía una función; Karina se encargaba de lo social, Lita de las telenovelas y yo el crítico ácido del espectáculo. Esta modalidad la copió Miguel Ángel Rodríguez (productor de las telenovelas de Telefuturo) cuando tomó las riendas de Tele Show. Pero ese bloque no funcionó dentro del programa, estaba como medio descolgado en relación al formato y finalmente se quitó. Seguí de todas maneras como guionista. Me gustó trabajar con Agustín, es un tipo que tiene bien claro la industria, no todos entienden la televisión en nuestro medio.
- Cuando escribías en Diario Crónica ejercitaste mucho tu mordacidad ¿Te generó enemigos eso?- Generó antipatías dentro del medio, pero a la vez también respeto y aceptación, tanto de los lectores como de productores y conductores, inclusive las “víctimas” de mis críticas. Hubo más cosas positivas que negativas, porque el ser “el malo” de la crítica fue abriéndome camino. Palo Rubin fue un tipo al que muchas veces critiqué, fui muy duro con él. Y terminó llamándome para el primer ciclo de “Tele Show”. A Augusto Barreto siempre lo admiré por su trabajo en “El ojo”, pero lo critiqué mucho cuando produjo el programa de Araceli González. Sin embargo cada vez que preparaba un programa nuevo me llamaba para que lo vea y le diga lo que pensaba, sin importarle lo duro que pueda ser. Leo Rubin fue otro que siempre recibió palos míos desde Crónica, y si bien puteaba en chino cuando escribía sobre él, el tipo terminaba leyendo e invitándome a los programas que él hacía, no para “ablandarme”, sino porque entendía finalmente que mi trabajo tenía un eco interesante.
- Tele Show te lanzó a las masas, con varias temporadas en pantalla. Sin embargo en una entrevista que circuló en Internet te lamentaste por esa experiencia ¿por qué?- En esa oportunidad no me lamenté de mi paso por Tele Show. Fue el programa que consolidó mi figura y me sirvió de puente para otras actividades más interesantes, como el haber formado parte del equipo de guionistas adaptadores de las telenovelas; “Papá del corazón” y “De mil amores”. Lo que me molestó fueron algunas situaciones que viví dentro del programa, como la vez que quisieron responsabilizar a los panelistas de los errores de producción. Cuando el rating de Tele Show comenzó a bajar se buscó responsabilizar a los panelistas. Nos decían que nosotros nos habíamos dormido y que teníamos que colaborar más con los contenidos. Y lo hacíamos. Pero muchas veces, se le daba contenidos buenos y la producción por alguna razón, no los desarrollaba. Hubo muchas deficiencias, tanto del panel como de la producción, pero responsabilizar solo a los panelistas fue tremendamente estúpido. Luego se hizo una rotación de panelistas, idea de Palo Rubin que nunca se entendió. Ni a Marco Galanti le cerró eso. Posteriormente tomó las riendas Miguel Ángel Rodríguez que tampoco logró enderezar el producto. Se le escaparon primicias, como la vez que Camilo Soarez estuvo en la disco gay Trauma. Tele Show tuvo el video y la noticia antes que los demás medios. Fue un lunes, me acuerdo. La producción tuvo el material a la mañana. Y no lo lanzaron al aire, lo quitaron al día siguiente, cuando ya los diarios y radios estaban tocando el tema. Eso no se pude hacer, jamás podes dormirte cuando una primicia llega a tus manos, es básico. Por más que sea un programa farandulero no podes romper el criterio periodístico.
- ¿Qué opinás de lo que dijo Rubén Rodríguez en el programa de Mili? Que Dani Da Rosa y José Ayala no son conductores sino entretenedores.- Rubén viene de la vieja escuela, sus criterios y estilos de conducción están más ajustados a los que la televisión necesitaba antes, buena voz, buena dicción, sonrisa. Hoy día las cosas cambiaron, ya no se necesita tanto de un conductor de estructura sino uno que tenga buena comunicación con el público. ¿Me explico? Rubén tiene ambas cosas, conoce el oficio desde una estructura y tiene buena comunicación con la gente. En cambio Dany y José se basan más en el feeling con el público. Utilizan muchos modismos, gestos, es decir, son espontáneos. Y eso también gusta. De los dos, creo que Danny cierra más. José es bueno, pero tiene más talento como actor, como comediante sobre todo.
- ¿Creés que Mili todavía tiene oportunidades de éxito o que ya es pasado? ¿Lo ves como una figura o como una ex figura?- Es una figura reconocida en los medios pero que no ha logrado cosechar un éxito desde hace rato. Va y viene sin dejar huellas, al punto que nadie se acuerda de lo último que hizo, excepto los distraídos que te dicen; “La Caldera”. La televisión paraguaya comenzó a dejar “caminos” recién en los últimos tiempos. Lo que se hizo antes no digo que no importe, pero no han servido de referencias. Nadie que hoy trabaje en los canales siente la influencia de la televisión paraguaya de antes. A nadie le importa lo que hizo Bruno Masi en el pasado, a nadie le importa lo que hizo Pelusa Rubin en el pasado, a nadie le importa lo que hizo Menchi en el pasado y a nadie le importa lo que hizo Mili en el pasado. Es cruel, pero es así.
- ¿Por qué este año no integrás el equipo de adaptadores de la novela de Telefuturo como en las dos anteriores? Esta fracasó ¿pensás que los adaptadores de guión son el problema?- Bueno, acá el tema es algo complejo. Vamos con la primera pregunta. En la primera telenovela éramos 3 adaptadores; Alejandro Cabral, Hugo Cataldo y yo. Para la segunda telenovela; “De mil amores”, se acopló Beatriz Bosio, esposa del conocido productor Patapila. Ella venía con algo de experiencia en la labor por haber trabajado en Miami como guionista sino me equivoco. Trabajamos muy bien, Beatriz es muy talentosa, al igual que Alejandro y Hugo. Hugo renunció al final del 2009 por demanda de trabajo. A comienzo del 2010 el canal decidió acortar presupuesto y quedarse sólo con dos guionistas. Beatriz era la que coordinaba, en teoría la de mayor experiencia, por lo tanto, ella quedaba. Se debía decidir entre Alejandro y yo. Quedó Alejandro por dos razones. Además de adaptador, venía produciendo y escribiendo “Polibandi”, él es contratado fijo del canal. Además, del grupo de adaptadores era el que menos ganaba, no se bien la razón. Y bueno, él quedó. Artísticamente, tanto De mil amores como Papá del corazón tuvieron, varios “baches”, sobre todo ausencias de elementos paraguayos y no es por culpa de los adaptadores. Nosotros nos cansamos de hacerles observaciones a los productores. Hay que recordar que tanto Papá del corazón como De mil amores eran libros escritos por Jorge Maestro, conocido autor argentino que generó en el pasado éxitos como La banda del Golden Rocket, Los Machos y Son amores. Pero los libros que escribió para Paraguay no tenían la calidad de las series mencionadas. Estaban más vinculadas a guiones no tan buenos que Maestro había desarrollado en Argentina como “Amigovios” y “Como pan caliente”. A eso sumémosle que el productor Miguel Ángel Rodríguez es argentino y no conoce bien nuestro país. Eso se hubiera salvado si él escuchaba a los adaptadores. Nosotros quisimos cambiar infinidad de cosas, pero él, al igual que el otro productor argentino; Martín Penoccino, se negaron. Faltó confianza en el equipo adaptador. Y creo que todavía falta confianza. No ví mucho La Doña pero lo poco que observé encontré nuevamente ausencia de “aire paraguayo”. Y estoy seguro que no es por la falta de visión de Beatriz y Alejandro.
- ¿Con quién no volverías a trabajar?- No tengo experiencias malas para decir que con tal persona no volvería a trabajar. Mientras pueda expresarme con libertad no tengo mayor problema.
- ¿Cómo crees que se ve Tele Show sin vos? El ciclo pasado la única polémica se generó contigo que no eras panelista ¿qué decís de eso?- No se decir bien como veo el programa sin mi participación. Puedo decir que Tele Show 2010 no tuvo en el verano una definición bien clara en cuanto al género al que pertenecía. Tal vez falte alguien que diga de frente las cosas. Por eso tomaron la polémica que surgió el año pasado generada por un personajito de cuarta que vive a costa del dinero corrupto de un senador que huele a “galleta robada”. No hace falta dar nombres. El Tele Show que está ahora al aire no lo vi bien todavía. Pero si el canal decidió lanzarlo seguramente algo le cierra.
- Una opinión fuerte estilo Salinas sobre la TV del 2010 en Paraguay- Ahora es todo mundial. Pero más allá de eso no veo grandes movimientos. La televisión paraguaya está empantanada creativamente. No veo interés de que cambie ni a corto ni a largo plazo. Faltan productores con ideas renovadas. Falta un Marcelo Tinelli, un Adrián Suar, un Sebastián Ortega, un Mario Pergolini. ¿Dónde están los productores paraguayos? ¿Quiénes son? ¿Qué productor dejó huellas en nuestro país? El único que se me ocurre es Augusto Barreto cuando ventiló el caso Parque Cue en 1994 mediante el programa “El Ojo” y dejó en evidencia los vínculos del general Andrés Rodríguez con el narcotráfico. ¿Y después?
- Otra opinión sobre lo que debería hacerse en la TV en Paraguay- Apostar seriamente a la industria y no estar tan pendiente del “negocito”. Acá se pide permiso primero al anunciante para crear. El anunciante es poderoso porque tiene el dinero. Pero un canal es más poderoso porque tiene la información y eso se le debe dejar en claro a los miles de gerentillos que sabrán mucho de márquetin pero no entienden un carajo de industria televisiva. Finalmente el programa termina siendo un vehículo más de venta del producto anunciante. Hay que apostar a la calidad artística, eso no puede generar fracasos comerciales, el ejemplo son los países que tiene una producción sólida. Acá hay que ponerse a crear y a la par, formar a los que trabajan en televisión. El camarógrafo debe manejar conceptos de fotografías, cine y pintura. El productor debe saber de literatura, de periodismo y una visión global de lo que simboliza producir. Acá creen que el productor es el que llama a conseguir la empanada con pancito para almorzar, cuando debe ser el “cerebro” del programa.
- ¿Qué opinás de la gestión de Christian Chena desde que opera el canal hasta ahora?Canal 13 no va a mejorar sino invierte en serio. Necesita una reestructuración, arriesgarse en inversiones y salir a reventar. No basta lanzar una coproducción como “Calle 7”. Eso salió de Mario Gómez, es producción externa. El canal necesita golpear el mercado, sacudirlo. Necesita un gol de media cancha. Y Chena tiene los medios. Quizás le da miedo, entiendo eso, pero el empresario hábil es el que invierte con creatividad, con audacia, con un producto creativo, nuevo y atrevido. En los últimos años no vi nada llamativo de canal 13.
- ¿Qué te sugieren estos nombres en no más de dos palabras? Rubén Rodríguez. Nostalgia viva.
Mario Ferreiro. Permanencia.
Marcelo Acosta. La nada.
Pablo Fontirroig. La nada bajo cero.
Kike Casanova. Puro entretenimiento.
Juan Carlos Samaniego. Chisme a la orden.
Santiago González. Talento para aprovechar.
- ¿Volvés a la TV si te llaman?Vuelvo sin que me llamen.